¡Mira! Ahí hay lecciones de marketing: The Wire

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Una de las características predominantes que definen los tiempos actuales son el notable incremento tanto en cantidad como en calidad del contenido al que estamos expuestos. La televisión, no es ajena a esta tendencia y muestra de ello es el lanzamiento permanente de superproducciones que permiten al espectador disfrutar de historias, imágenes y recursos que hace pocos años estaban reservados a la gran pantalla.

Permanentemente escuchamos voces que hablan y califican a una u otra serie como “la mejor producción de la historia”, así como numerosos premios y distinciones otorgados por todo tipo de organizaciones que pretenden avalar dicha elección. Lo cierto es que, a pesar de esta amplitud de alternativas, pocas son las series que realmente se hacen merecedoras de tal distinción en un contexto generalizado, es decir, pueden existir producciones que gusten más a unos que a otros, o géneros que produzcan mayor o menor atracción, sin embargo, son contadas aquellas que, con independencia de temática, geografía, localización temporal u otras características, generan simpatía y aprecio por la mayoría de las personas que las ven.

The Wire es una de esas series que no pasará desapercibida en la historia de la televisión y, como no, una gran productora como HBO España es la responsable de que haya visto la luz, de la mano de un genial creador como David Simon y un reparto excepcional con la participación de actores como Dominic West en el papel del Detective Jimmy McNulty, Wendell Pierce interpretando al Detective Bunk Moreland, Clarke Peters como el Detective Lester Freamon, Sonja Sohn como la Detective Kima Greggs, , Idris Elba dando vida a Stringer Bell, Michael K. Williams como el temible Omar Little o Andre Royo como el genial Bubbles Cousins. Todos confluyen en un entorno que tiene a las calles de la ciudad de Baltimore, Maryland como escenario, en el cual se desarrollan un total de cinco temporadas que confluyen alrededor de una misma historia marcada por temas policiacos, de corrupción, de drogas, de política y de otros tantos vicios propios de la sociedad moderna.

Como producto de una historia basada en un escenario real, que toca personas reales y temas cotidianos, The Wire no es ajena a incorporar dentro de sus líneas, un montón de recursos de Marketing, los cuales revisamos a continuación, una vez más en nuestra ambición de encontrar las diversas formas en que el Marketing se relaciona y hace parte fundamental de casi todos los aspectos de la vida actual.

1. El papel fundamental de la tecnología. La serie gira en torno a un recurso que es el uso de las escuchas telefónicas como medio para obtener la información necesaria para resolver los diferentes casos que se enfrentan. A pesar de las limitaciones de las diversas tecnologías empleadas para realizar las grabaciones, y de las maniobras ejecutadas por los escuchados para evadir ese seguimiento, la serie resalta el papel que juega la tecnología como única alternativa para llegar a datos a los que, sin el uso de ésta, sería imposible llegar. De manera análoga, el marketing es altamente dependiente de la tecnología, y actualmente es impensable realizar casi ninguna acción en este campo en la que la tecnología no juegue un papel determinante.

2. La estrategia como único camino al éxito. Todas las actividades ilícitas llevadas a cabo por las bandas criminales de la serie son cuidadosamente blanqueadas y legalizadas gracias a un complejo entramado de operaciones bursátiles e inmobiliarias ideado y planificado por el audaz Stringer Bell, quien sabe que sin formación académica es imposible lograr este fin. Este hecho en la serie muestra cómo la planificación es el elemento fundamental para el logro de los objetivos trazados. En marketing sucede exactamente lo mismo, sin una planificación estratégica y un plan anual debidamente elaborados, las acciones de marketing no dejan de ser brindis al sol y derroche de recursos que no conducen a ninguna parte.

3. El justiciero. Omar Little es ese personaje que todos en algún momento deseamos que aparezca para resolver aquellas situaciones en las que apreciamos flagrante impunidad y falta de castigo a quien infringe la ley. Él es un ladrón como muchos otros de la serie, con la particularidad que solo roba a los delincuentes, es una especie de Robin Hood moderno que emplea métodos bastante astutos, pero a su vez, un poco difíciles de creer por el entorno en el que los realiza. En cualquier caso, la figura del justiciero o del resolutor de problemas es una figura muy deseada y en eso el marketing es un gran aliado. No quita a los malos para repartir entre los necesitados, pero sí que permite a las empresas el reorientar sus esfuerzos para “quitar” recursos de allí de donde estén siendo menos aprovechados para “repartirlos” a procesos en los que puedan entregar mayor valor al cliente que viene a jugar el papel del “necesitado”.

4. El apego a lo real. Mostrar Baltimore como es en realidad es tal vez una de las herramientas más empleadas y características de la serie. Todo aquel que haya visitado o vivido en esta ciudad encuentra que la serie está repleta de esos pequeños detalles y rincones secretos que definen a una ciudad. No es una serie enfocada en vender Baltimore como destino turístico, ni tampoco de degradarla al nivel de una ciudad sin ley; simplemente muestra una ciudad tal como es y eso hace que ver la serie resulte una experiencia reconfortante al espectador. En el marketing todo debe estar orientado a este mismo fin, el de mostrar las cosas tal como son, destacando lo mejor de ellas y lo que verdaderamente las diferencia de su competencia. No es cierto que el marketing sea el arte del engaño y que la publicidad se deba orientar a ocultar los defectos de un producto o servicio para que el consumidor caiga en la trampa; todo lo contrario, debe servir como medio para que el público conozca el producto, se informe sobre él y tenga una experiencia lo más cercana a la realidad que le permita decidir si dicho producto es lo que realmente necesita para satisfacer su necesidad.

5. Todo tiene un precio. Todas las instituciones tocadas en la serie tienen que pagar un precio por alcanzar sus resultados, la policía, la política, las asociaciones portuarias, el periodismo, el narcotráfico; todas tienen un objetivo y para llegar a él, deben asumir un coste. La serie es realista y muestra que este coste en ocasiones es incluso más alto en términos de repercusión social que el valor del resultado que produce, pero mientras que el objetivo sea alcanzado, todo vale. El concepto del pricing es una de las tareas más complicadas que se acometen al desarrollar estrategias de marketing, no solo se trata de poner en una ecuación los costes y el margen deseado para obtener como resultado el precio de venta unitario de un producto. Es necesario incorporar a la ecuación aspectos intangibles como la creación de marca, la penetración, el posicionamiento o el reconocimiento que a larga son los que van a determinar la decisión de compra futura y no solo la presente.

6. Desnudar la falacia de las series policiacas tradicionales. No siempre el policía gana ni resuelve casos, siempre depende de terceros y muchas veces el malo se sale con la suya haciendo que la impunidad triunfe. En las series policiacas de toda la vida, el caso termina resolviéndose por una casualidad imperceptible que en la vida real no sucede, en este aspecto The Wire toca la temática del día a día de detectives, investigadores y policías de calle, abordando las limitaciones reales a las que se ven sometidos y revela cómo la solución de un caso muchas veces dista de lo que a los ojos de todos parece lo más justo. Sin embargo, lo que prima es que se puedan resolver los delitos, obteniendo el mejor resultado posible y sabiendo que siempre hay algún hilo que se queda sin cortar. En marketing tampoco es posible obtener resultados perfectos, ni todo se puede hacer depender de un resultado inflexible, siempre es preciso entender que una campaña, una activación o una estrategia, genera unos resultados que pueden ser mejorables. Lo importante no es solo ver el resultado sino el conocimiento del cliente y del mercado que generan para poderlos emplear en siguientes activaciones, ayudando a incrementar sus resultados.

Se trata por supuesto de una serie muy enfocada en mostrar o destapar la realidad de la labor policial y su interrelación con otras instituciones sociales, dejando en evidencia muchas otras historias en donde el policía es el héroe que resuelve casos de maneras inverosímiles. Este concepto demuestra que nada sucede por casualidad y que “solo quien sabe a dónde va, elige el mejor camino”.

Mario Gálvez
Director de Análisis y Seguimiento

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