¿Seguro que mi empresa no necesita una estrategia?

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Siguiendo en la línea de la importancia del marketing, la comunicación y la publicidad para las compañías, en el post de hoy me gustaría centrarme en el punto de partida de todas la acciones de esta naturaleza y ese punto de partida es sin duda la estrategia.

Una de las principales razones para escribir este post fue una conversación que tuve el otro día con una compañera. En esta conversación estábamos hablando de qué servicios ofrecer a un cliente y ella me dijo: “no es una empresa grande, por tanto no necesita nada de estrategia”. En este momento se encendieron todas las alarmas, porque como bien dice el eslogan de nuestra compañía “sólo quien sabe a dónde va elige el mejor camino”, y no tener una estrategia y una planificación previa, es sin duda el error más grande a la hora de llevar a cabo acciones de marketing, comunicación y publicidad.

Por este motivo me gustaría compartir desde MarQuid Consulting algunos de los principales elementos que aporta la planificación estratégica a la generación de beneficios a través del marketing.

  1. Definir los objetivos: antes de llevar a cabo acciones de cualquier tipo hay que tener muy claros los objetivos que se persiguen en las mismas y definir los pasos y fases que se deberán cumplir para llegar a la meta marcada. Hay que definir qué se pretende conseguir en cada una de las etapas que componen el plan, de esta forma al desarrollar fases secuenciadas es mucho más sencillo hacer mediciones de los resultados obtenidos y si estos no son los buscados, siempre se podrá hacer una rectificación de una forma más rápida y sencilla. 
  1. Definir indicadores de control: una vez determinados los objetivos a conseguir con cada una de las acciones y con la estrategia global, un punto muy importante es determinar de qué forma medir los resultados y para ello es necesario tener claro qué buscamos en concreto: incremento de base de datos, aumento de pruebas de producto, ampliación de visitas a nuestros puntos de venta, subir el número de fans en las redes sociales, etc. En función de los objetivos buscados, se deberá asociar a cada uno un indicador que permita medir de forma clara y sencilla su consecución. Con estos indicadores claros en cada una de las acciones la capacidad de reacción frente a cualquier adversidad es mucho más rápida. 
  1. Realizar un calendario de acciones: este es necesario con el fin de planificar y distribuir en el tiempo, los momentos en que tienen que ir sucediéndose cada una de las acciones previstas para poder cumplir los objetivos. Dentro de este calendario, además de lo que tiene que pasar hay que definir también los responsables de llevar a cabo cada acción, así como los plazos para la preparación de cada una de los trabajos previstos, esto es de suma importancia cuando las actividades son de mayor complejidad, tales como eventos o producciones. Si no se controlan los deadlines muy probablemente quedarán flecos sueltos. 
  1. Conocer qué hace la competencia y cuál la posición de nuestra empresa frente a ella: esto ayudará a definir el tipo de acción que hay que llevar a cabo, ya que en función de estos datos las decisiones a tomar serán muy diferentes; según la cuota de mercado con la cuente nuestra compañía se desarrollarán unas u otras acciones. Es muy necesario saber qué están ofreciendo para que nuestra oferta de productos y servicios esté en el punto que deseamos y podamos competir de una forma mucho más ventajosa: con precios más bajos, con productos de mayor calidad, añadiendo valor en alguna de las fases del proceso u otras alternativas que estén al alcance de nuestras posibilidades. 
  1. Distribución y adjudicación presupuestaria: una vez definidos los puntos anteriores, sabiendo a dónde queremos llegar y determinados los pasos a seguir, teniendo en cuenta nuestra situación y la de la competencia debemos asignar partidas presupuestarias para cada una de las fases del proyecto estratégico. De esta forma el control del proyecto será absoluto, y podremos controlar de forma milimétrica el retorno de inversión por cada una de medidas llevadas a cabo y gestionadas en el plan. 

Dentro del plan estratégico hay muchísimos más puntos a tener en cuenta, pero estos son los principales apartados a considerar en el momento que decidáis plantear alguna acción en la queráis tener control, que responda a un plan organizado y que consiga los resultados esperados.

¿Os interesa este tema? Contactad con nosotros y estaremos encantados de asesoraros en todas vuestras necesidades. No nos vamos como siempre sin recordaros que sólo quien sabe a dónde va elige el mejor camino.

 María M.Tubío

Directora de Diseño e Implementación

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