¡Mira! Ahí hay lecciones de marketing: Kafka en la orilla

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En el año 2002, Haruki Murakami escribe el libro Kafka en la orilla, cuya edición en castellano se lanza al mercado en el año 2006. Hoy rendimos un homenaje en nuestro blog a este autor y a esta obra en particular, haciendo nuestro acostumbrado análisis de las lecciones de marketing que nos encontramos dentro de sus páginas.

Como siempre, antes de empezar, una breve referencia al autor y a su obra para aquellos que no lo conozcáis o que os pueda interesar profundizar en su trabajo. Haruki Murakami, nacido en Kioto, Japón en el año 1949 es un escritor y traductor dedicado fundamentalmente a los géneros de la novela y el relato, imprimiendo en ellos un estilo muy particular en donde se mezcla un estilo surrealista y la orientación hacia temas que oscilan entre la ficción y el fatalismo. Dentro de su trabajo destacan libros que han alcanzado una repercusión enorme en el público tales como La caza del carnero salvaje, Tokio Blues (Norwegian Wood) o Los años de peregrinación del chico sin color, los cuales le han hecho merecedor de prestigiosos premios como el Franz Kafka en el año 2006, Premio Jerusalem en 2009 o el Premio Internacional Catalunya en 2011. Su obra ha alcanzado un reconocimiento dentro la crítica literaria especializada, al punto de haberse considerado como favorito al Premio Nobel de Literatura en los últimos años.

El libro que analizamos es de esos libros que se pueden considerar como enigmáticos de principio a fin. El propio estilo literario nos presenta la narración de dos historias en paralelo, dedicando los capítulos pares a una de ellas y los capítulos impares a la otra. Dichas historias, como es evidente, guardan relación entre si, y confluyen en un desenlace inesperado y magnífico.

Los protagonistas de las dos historias son personajes casi que antagónicos, por una parte el joven Kafka Tamura, un chico que decide abandonar la casa en la que vive con su padre tras la desaparición de su madre y su hermana, lanzándose a divagar por el mundo sin rumbo fijo en donde empieza a vivir una serie de historias y a conocer una serie personajes que van dando poco a poco sentido a su existencia. En la otra cara, nos encontramos a un hombre mayor con una extraña discapacidad que le hace aparecer casi como un tonto ante los ojos de las personas pero no así ante los gatos, animales con los que se puede comunicar entablando conversaciones profundas; de su pasado se sabe poco más que el hecho de que su discapacidad fue causada por un misterioso accidente durante la Segunda Guerra Mundial.

Sin más preámbulos, y sin dar más detalles del libro para quienes no lo hayáis leído, vamos a echar un vistazo a los principales elementos de marketing que encontramos dentro de sus páginas.

  1. Storytelling. Cada personaje en el libro tiene una historia particular, no es un simple pasado convencional como el de la mayoría de las personas. Todos coinciden en haber vivido experiencias extraordinarias en sus vidas y debido a ellas, confluyen en un momento del tiempo que da sentido a su historia juntos. El storytelling como técnica narrativa para contar o comunicar a los públicos objetivo de un producto o servicio es una herramienta que se emplea con frecuencia y con excelentes resultados. El comprador recibe con mayor facilidad y percibe de una forma más positiva aquel producto o servicio que parece tener una historia detrás, una aventura qué contar.
  2. Creatividad. La creatividad es el motor del marketing y debe estar presente en cada una de sus acciones, es necesaria en los conceptos, en las planificaciones, en los diseños, en cada elemento que llegue al público para así captar su atención y retenerla. En el libro, la creatividad aflora en cada momento, nada parece ser sacado del mundo real pero al mismo tiempo todo sucede a personas reales, con este elemento se consigue una captación del interés del lector que hace que se éste se enganche con mucha facilidad. Gracias a la creatividad de las historias, este es de esos libros que quieres leer sin parar y los devoras en pocos días.
  3. Comunicación interna. La ficción de un personaje que debido a un extraño accidente con un elemento radioactivo, pierde sus facultades cerebrales pero desarrolla el poder de hablar con los gatos lleva a pensar inmediatamente en el concepto de la comunicación. Parece que el mensaje que nos traslada el libro es que para conseguir una comunicación óptima, no basta con cerrar el círculo tradicional con todos sus elementos (emisor, receptor, canal, mensaje, ruido…) sino que hace falta construir un contexto especial donde el mensaje comunicado, y solo ese mensaje es recibido por el público con los aspectos claves que el emisor quiso transmitir. El mundo de la comunicación en marketing habla precisamente de eso, de crear espacios aptos para la difusión del mensaje, no solo a construir una idea y contarla sino a desarrollar un entorno completo en el que emisor y receptor puedan tener una conexión total.
  4. Reunir piezas para formar un todo. Los periplos que viven los protagonistas durante su camino incierto son muchos, y en cada una de las etapas de su camino, van encontrando algo que va añadiéndose a una bolsa imaginaria en la que coleccionan piezas que al final servirán para resolver ese objetivo que buscan sin saberlo. En el marketing no sucede exactamente igual ya que todo debe partir de un plan, sin embargo si que es cierto que durante la implantación de un plan y en los diferentes momentos que se viven durante la implantación de una acción, van apareciendo elementos con los que no se contaba en un principio y que al final se convierten en piezas clave para resolver el producto final que es entregado al cliente y que es lanzado al mercado.
  5. Marcas conocidas. Tal vez uno de los recursos de marketing más evidentes empleados en el libro y es que Murakami no tiene inconvenientes en hacer uso de marcas reconocidas para dotar de personalidad a algunos de sus personajes, y lo consigue de una manera excepcional, cualquiera que lee el libro consigue entender a dos personajes gracias a la asociación que de ellos se hace con dos marcas muy populares. En concreto, me refiero al asesino de gatos Johnnie Walker cuya apariencia y forma de vestir es tomada del personaje que da vida a la famosa marca de whisky escocés; y por otra parte, al Coronel Sanders cuya participación en el libro es un poco más difícil de entender ya que más que un personaje, es un concepto que toma forma de ave y cuyo origen está relacionado con Harland David Sanders, fundador e imagen de la cadena de restaurantes Kentucky Fried Chicken. El uso de marcas conocidas, permite al autor recrear características en sus respectivos personajes, que se fijan en la mente del lector por asociación con la marca, pero que de otra forma resultarían muy difíciles de comprender.

Estas son algunas de las herramientas que encontramos en el libro, seguramente que dentro de él se pueden encontrar otras tantas y estaremos encantados de discutirlas con vosotros si nos enviáis vuestros comentarios. Recuerda que sólo quien sabe a dónde va, elige el mejor camino.

Mario Gálvez
Director de Análisis y Seguimiento

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